El Picapiedra propició la tercera derrota consecutiva de Danubio
Es redundante decirlo, pero en una tarde ideal para ver fútbol, lo mejor fue el churro relleno de dulce de leche que me comí en el entretiempo.
En la primera parte Rampla fue más, porque tuvo una mitad de cancha combativa, ganando todas las divididas, con una dupla impasable, Marcelo Palau-Paolo Ferreira. Este último fue el abanderado repartiendo el juego para ambas puntas.
Danubio, pese a tener tres delanteros netos, no pudo inquietar mucho al rival porque abusó del juego frontal aéreo que propuso, y tenía dos obstáculos, la defensa contraria y el viento.
Los dirigidos por Angel Castelnoble aprovecharon el hueco que le dio la zaga franjeada con Gastón Puerari, que definió para darle el gol del triunfo. Esa fue la única chance clara que tuvo en todo el encuentro.
Daniel Baldi tuvo un par para la franja y no pudo concretarlas.
En el complemento, los de Lasarte parecían más incisivos con Egidio Arévalo Ríos como sostén, apilando rivales cómo lo hacía en Peñarol. Pero fue sólo unos minutos.
En ese momento surge la figura ramplense de Washington Montes de Oca, tapando dos claras, una de Leal y otra de Baldi.
El entrenador de los de la curva, agotó todas las variantes , cuando faltando 10 minutos mando a la cancha al colombiano Daley Mena, que en ese lapso con sus zancadas por derecha, hizo más que todos sus compañeros.
El rojiverde del Cerro tuvo chances de liquidar el juego de contragolpe, con el espigado atacante Víctor Guadalupe, que no supo aprovechar los espacios.
Importante victoria de Rampla, que no quiere ser menos que su archirival Cerro.
Para Danubio, preocupante, no sólo en los resultados, sino en el rendimiento colectivo e individual del equipo.
Leonardo Bernini
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