Un maestro al frente de uno de los países de mayor cultura futbolística del mundo
En plena esgrima del ida y vuelta en las conferencias de prensa, Tabárez siempre regala posicionamientos y certezas que no siempre pueden ser rescatadas en la vorágine de esas idas y vueltas sin tiempos ni ideas. En ámbitos más tranquilos, cuando el diálogo se vuelve manso, el fruto que se recoge del seleccionador uruguayo es más jugoso, más sabroso, más rico. El siguiente extracto de una conversación de ese tipo puede ser un ejemplo.
El nuevo proceso de la selección uruguaya con el maestro Óscar Tabárez comenzó en marzo de 2006 y en noviembre de ese año tomó cuerpo el Proyecto de las Selecciones Nacionales, por lo que, con aproximadamente tres años de andamiaje, el trayecto continúa por el mismo sendero, con la banca que le da haber logrado ciertos puntos altos tanto, en la cancha como en las tablas de posiciones, y no solamente en el equipo superior que viste la celeste. Un buen camino comenzado con jugadores chicos, que, de a poco, también van sumando logros deportivos. Este sábado es Brasil y el miércoles será Venezuela, pero la selección busca ir más allá, plantear las bases más fuertes para realmente volver a que el fútbol uruguayo recupere su posición.
"Nosotros hicimos un razonamiento por el camino inverso. Partiendo de lo que queríamos llegar y yendo hacia atrás para ver cuál era el camino que teníamos que recurrir para eso que teníamos muy claro como objetivo, pero que tenía que tener sus bases. Y creo que lo primero que tratamos de definir fue la idea de que hay ciertas características del fútbol de elite que las comparten todos los grandes equipos, más allá del estilo.
Había que definir perfiles de jugadores, sobre todo en los aspectos que hacen al rendimiento, como el técnico-táctico, el físico, el psicológico y el fisiológico. Y, además, la imagen personal y profesional. Se apunta mucho al esquema colectivo que tiene que tener un plantel y a la defensa de los objetivos grupales que se puedan fijar.
Que también se sepa lo que debe hacer un profesional en estos tiempos, desde el punto de vista de su actuación en el campo, entrenar, relacionarse con los compañeros, con los rivales, que también es una parte de la relación, y ahí mucho tiene que ver la disciplina profesional. También el relacionamiento con el entorno, fundamentalmente con la prensa. En este grupo [la selección mayor] han aportado mucho las características de los hombres que lo integran, pero como nosotros queremos que eso se mantenga, apuntamos a que ya desde una sub 15 estemos trabajando en esos aspectos".
Actualizar a Nasazzi y el Maracaná
En una extensa charla del entrenador de la selección con Deportivo Uruguay (sábados y domingos en Radio Uruguay 1050AM) se refrescaron muchísimos temas interesantes, tanto del proyecto como del estilo de juego elegido y gustado por el maestro.
"Uruguay es uno de los países de mayor cultura futbolística del mundo. Yo la defino como aquella que tienen los pueblos para la cual el fútbol es una cosa muy importante, sobre todos los resultados. Entonces ese anhelo por conseguirlos se va a mantener siempre, pero es hora de que no la depositemos solamente en los grandes triunfos que ocurrieron en la primera mitad del siglo XX, sino que se vea en la actualidad".
La celeste viene quinta en las Clasificatorias a la Copa del Mundo y en este momento debería, nuevamente, por tercera vez consecutiva, hacer escala en el repechaje para poder volver a jugar el mejor torneo futbolístico. Con Tabárez al mando, Uruguay terminó cuarto en la Copa América 2007 y ha escalado ampliamente en la consideración mundial. Las visiones internacionales de la selección han cambiado, tanto por su estilo de juego como por las claras mejorías, y la ya falaz afirmación de que la garra charrúa de acuerdo a su peor versión, la del ringui ranga, y el pum para arriba son nuestras características. Hoy es el número 17 en el ranking de la FIFA y les hace partido a todos los rivales, juega lindo y, si bien es cierto que a veces falta un poquito para llegar a completar todos los objetivos, parece que el camino se va proyectando de otra forma.
"Hemos pensado mucho en cómo procurar que el fútbol uruguayo recupere o mantenga, según como se quiera ver, determinada vigencia. Yo creo que la palabra es recuperar, dados los malos resultados internacionales que tuvimos por un período muy grande desde fines de los 80 hasta ahora. Algunas cosas que han sucedido nos hacen, por lo menos, tener la esperanza de que sean los primeros vestigios de una idea, que no es exclusivamente nuestra.
Además de eso, apostar a la racionalidad y dentro de las limitaciones que podamos tener, que muchas veces las exageramos o las tomamos como excusas totales; considerando eso, creo que hay mucho para hacer. Desde el punto de vista organizativo, de racionalizar nuestro fútbol, hacer que la actividad local sea mucho más significativa deportivamente, que tiene su apoyo en lo logístico y económico. Creo que de eso nos beneficiaríamos todos y considero que en este momento estamos muy lejos del techo. Entonces es un camino que hay que andar, no con ideas exclusivas ni con personas exclusivas, es una tarea de todos y de convencimiento de apostar a estas cosas, porque el medio local tiene mucha importancia por un montón de cosas, empezando por las más importantes, que son las sociales. Toda la calidad que le podamos dar al medio local después se va a reflejar en lo internacional".
Bien de abajo
Un trabajo tal vez más silencioso, que se pone en vidriera sólo cuando hay actividad continental, llevan los juveniles, que desde que comenzó este proyecto han tenido buenos resultados (no sólo teniendo en cuenta campeonatos, sino también formación y profesionalización de jugadores) a lo largo de todas las categorías.Sin embargo, no siempre han sido vistas como colectivos, generaciones de deportistas en formación.
"Todo lo que tenga vinculación con fútbol y deporte es importante, desde la elite hasta los torneos de juveniles, que, por suerte, también son muy formativos, y es una gran oportunidad de ir haciendo un camino de formación de futbolistas, ya pensando desde que se inician y teniendo definidos los perfiles, decir 'éste puede ser', si evoluciona, y ésa es la gran esperanza. Esto no existiría si no hubiera procesos de selección bien establecidos, si no fuese permanente la actividad de las selecciones juveniles. Y esto yo lo defiendo porque hay muchas voces que dicen que la selección gasta demasiado; yo creo que son todas inversiones, y no se me ocurre otra forma de mantenernos en el mundo del fútbol, aspirando a tener determinada vigencia, de otra manera. Eso también tiene que ver con muchas cosas que no teníamos y ahora tenemos. Nosotros bregamos mucho para que Uruguay recuperara su actividad internacional. Nos cuesta un Perú hacer un partido a nosotros, por problemas organizativos, de relacionamiento con los centros importantes que hay en el mundo del fútbol para concretar ese tipo de partidos, pero cuando tuvimos oportunidad de hacer esos encuentros conseguimos resultados, y todo el mérito es de los futbolistas".
Sin mirar más allá que un par de resultados, o la disponibilidad que tenga para atender a periodistas acostumbrados a la obsecuencia de sus entrevistados, muchas veces se descalifica o no se califica debidamente este segundo proceso de Óscar Washington Tabárez. Está bueno escucharlo, leerlo, incorporar sus conceptos y hasta discutirlos para tratar de asentar y hacer efectivo el cambio que junto con su grupo de colaboradores está llevando adelante.
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