Te respeto, me respeto

Tabárez puso la mira en el Uruguay-Brasil que se viene
"Hay que respetar a Brasil pero también tenemos que respetarnos a nosotros mismos", dijo el técnico de la selección uruguaya, Óscar Washington Tabárez, el día en que se abrió la preparación celeste para el micro ciclo de las Eliminatorias en que Uruguay recibirá a los norteños, apenas cuatro días antes de visitar a Venezuela.

El maestro no eludió hacer referencias al juego, que puede proyectarse en función del antecedente de la visita uruguaya a San Pablo en la versión de la primera rueda del encuentro que se reeditará el sábado: "Sería bueno poder reiterar muchas de esas cosas", comentó al mencionársele aquella noche en la que Uruguay jugó demasiado bien como para perder por 2 a 1.

El cambio de ritmo brasileño y algunas de sus virtudes individuales no pasaron inadvertidas para el técnico celeste. Brasil es "muy cadencioso, hasta lento" por momentos, pero consigue pasar a jugar a ritmo de "vértigo" por los laterales, afirmó el entrenador, quien también elogió el ida y vuelta de Elano y la técnica y la capacidad para convertir de Robinho.

De paso, aprovechó una mención a la ausencia de Cristian Rodríguez -suspendido por acumular dos tarjetas amarillas- para reafirmar el respeto que despierta el adversario del fin de semana. Uruguay debe jugar "en función de solucionar los problemas que plantea el rival", comentó, luego de relativizar que el lacazino hubiera sido titular en caso de estar habilitado, apoyado en algunas de las virtudes brasileñas.

Tampoco faltaron menciones a Diego Lugano, la otra baja por doble amonestación. El técnico hizo hincapié en que el equipo debe asumir su ausencia. "No pasa por alguien que haga lo que haga él", dijo Tabárez, como sin ganas de lamentar un faltazo irreversible. Algo así como el mismo criterio empleado al hablar de la cancha que dará lugar al encuentro, la del Estadio Centenario saturado de actividad que no lucirá su mejor color. "Me gustaría que estuviera en mejores condiciones, pero el asunto es lo intenso de la actividad y el número de partidos que se disputan ahí", señaló el seleccionador, quien con resignación reconoció que tales circunstancias hacen "imposible que esté bien".