domingo, 28 de septiembre de 2008
De Obdulios y Mariscales
La primera impresión que uno tiene al chocar la vista con el campo de juego es determinante: no se puede esperar ver fútbol. Es que el Obdulio Varela de Villa Española no supera el rótulo de descampado, seamos buenos. En ese contexto ambos equipos salieron a morder, sabiendo que en un pique engañoso, en una pifia del zaguero o en un pozo cómplice podría estar la clave.
Encima sobre los 30 minutos la visita perdió a su más peligroso atacante por lesión y, minutos después, el zaguero De los Santos se fue expulsado. Con dos menos Bella Vista se hizo anímicamente más fuerte aun y contuvo con mucho orden al Villa. Y qué decir cuando Avelino, en uno de sus tantos sacrificados piques, consiguió que Lucero le hiciera penal. Con el gol fue incontenible el desahogo de los papales, que venían juntando bronca.
El partido se fue con el Villa jugado al todo o nada, emparejados luego de dos jugadores expulsados en el local y otros tantos destrozados fruto de una batalla de proporciones. Eso sí, nunca mala leche y (casi) siempre a la pelota… como quería el Mariscal.
Rodrigo Ubilla
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