La estética de Giordano

Danubio jugó lindo y bien y volvió a derrotar a Newell’s
A franjeados y leprosos sólo les faltó más color tribunero, para que el partido que ayer de tarde jugaron en Jardines supere la etiqueta de “práctica” y se gane la de “amistoso” en la mente de los que vieron alguna imagen del 4 a 1 a favor de los uruguayos. El estadio danubiano probablemente haya tenido más cemento a la vista que el mucho descubierto en el Liverpool-Defensor disputado 24 horas antes, indicador capaz de bajarle el estatus al juego del jueves. Sin embargo, más allá de la asociación de ideas librada a la cabeza de cada aficionado, el encuentro tuvo mucho más de lo segundo que de lo primero.

No hubo chalecos ni concesiones. Sobre una cancha que se destaca por su verde, el Danubio de Jorge Giordano jugó con titulares y se floreó con suplentes. Diego Ifrán abrió el camino a la victoria con excepcional tiro libre, como ya lo había hecho en el partido que el martes terminara con triunfo danubiano por 2 a 1. Esta vez, casi en seguida de su gol, Alexis Machuca empató el encuentro para los rosarinos. La catarata locataria llegaría en el complemento, gracias a los aciertos de Matías Jones, Pablo Míguez y Rodrigo Pastorini de tiro penal. La cuenta quizá hubiera sido mayor, de no ser porque el arquero Esteban Conde marró un primer penal danubiano.

Giordano volvió a partir el equipo, fue acumulando cambios para dejarlo bien distinto al que empezó a jugar. Ése, el entrador, fue el mismo que había abierto el partido del martes: Conde en el arco; Carlos Rodríguez, Fabián Pumar, Sergio Rodríguez y Diego Fernández en la defensa; Ribair Rodríguez, Miguel Márquez; Guillermo Chavasco y Jorge García en el mediocampo; y Gonzalo Barreto y Diego Ifrán en el ataque. En la segunda parte los floridenses Giordano y Ferreri hicieron alinear a Mauro Goicochea; Carlos Rodríguez, Sebastián Moreira, Ignacio Amarilla y Alejandro Bigioldo; Andrés Silva, Matías Guzmán, Nicolás Díaz y Pablo Míguez; Rodrigo Pastorini y Matías Jones. Dentro de las muchas variantes ensayadas, se destacó el imprevisto ingreso de Daley Mena, el colombiano que volvió a Danubio tras un pasaje por Colón de Santa Fe. El Quincy estaba trotando en los alrededores, ya que no iba a participar del juego, pero ante la lesión en el segundo tiempo y con la segunda alineación danubiana del zaguero Ignacio Amarilla, el colombiano se puso la pilcha del defensa, consiguió rápidamente los pepos y salió a la cancha, donde fue protagonista, dado que le pitaron un penal -que no fue- y que el Ñoño Pastorini transformó en gol, también hizo expulsar a un defensa leproso por derribarlo cuando se iba al gol, y le hicieron un penalazo que esta vez no fue cobrado.

Los leprosos presentaron una alineación con buena presencia de suplentes, como lo hizo Danubio. Roberto Sensini colocó a Germán Caffa, Nahuel Roselli, Alexis Machuca, Ignacio Fideleff, Leandro Benítez, Mauricio Sperduti, Diego Mateo, Hugo Barrientos, Martín Seri, Alejandro Da Silva y el uruguayo Joaquín Boghossian. Ingresaron Salcedo por Boghossian, Leandro Torres por Matías Quiroga, Seri por Barrientos y Zanni por Sperdutti. El goleador de la Liguilla no tuvo un buen debut: se lesionó a los 44’, inmediatamente después de errar un tiro penal, en un pique en el que intentaba llegar al área danubiana. La edición digital del diario La Capital de Rosario, afirma que desde la sanidad del plantel se informó que “sufrió un pinchazo en la cara posterior del muslo izquierdo y en los próximos días evaluarán si es una contractura o un desgarro”.

Sigue girando
Los internautas canallas no dejaron pasar el tropezón leproso, mofándose de la derrota del rival de todas las horas al pie de la nota del diario rosarino. Peñarol les podrá dar más letra, porque la gira uruguaya de Newell’s tiene previsto un amistoso contra los carboneros para mañana por la tarde. Desde las 14:30, ambos equipos chocarán en el Estadio Domingo Burgueño de Maldonado. Si consiguieran romper la racha contra el equipo de Ribas, los graciosos de turno serán los de Nacional.