Alejandro Glik se acercó a la mesa y pidió tiempo muerto. A la vuelta, Diego González tomó la pelota y se la dio a Robbie Collum, que armó la jugada para buscar su uno contra uno. El gran extranjero que tiene Defensor Sporting se hamacó, arrastró marcas y cuando vio solo a Diego Castrillón se la dio para que el capitán del equipo, fiel a su estilo, la pudriera de tres puntos y le diera la victoria al fusionado.
La viola trabajó el partido para tenerlo gran parte del tiempo a su favor, pero nunca pudo sacar grandes ventajas en el tablero electrónico. Sayago, de la mano de sus individualidades foráneas, siempre estuvo en partido. Gastón Páez en el cierre del primer cuarto la tiró de la mitad de la cancha y logró romper con la paridad que llevaba hasta el momento; con el sonido de la chicharra, Sporting se iba al banco 22 a 19.
El partido fue muy físico, las defensas muy duras y muchas veces los fallos arbitrales generaron grandes discusiones que a la postre llevaron a la expulsión (por dos técnicos) de Gerardo Jauri.
Por momentos, Sporting sufrió la falta de una conducción segura, ya que Diego González recién volvió a unos segundos del cierre del primer tiempo. Marcos Cabot tuvo buenos momentos y se fajó en la defensa de Huggins, y por momentos lo contuvo muy bien.
Sayago llegó al gol con maniobras individuales tanto de Huggins como de Thornton, que terminaron siendo sus dos grandes goleadores. El juego del equipo de Perdomo recargaba una zona del ataque y alimentaba al pivot nacionalizado uruguayo. Jauri buscó variantes defensivas, pero la visita encontró los huecos que le daba Sporting para llegar al gol.
Sporting no tuvo tiqui-tiqui, pero por momentos logró encontrar un aceitamiento colectivo y grandes destaques individuales, como los 21 tantos de Collum y los 22 del goleador Sneed. El alero extranjero de Sporting se encargó de llevar al cierre a su equipo en partido, porque después de las faltas técnicas pitadas a Jauri, Sayago llegó a sacar hasta cinco puntos con libres y triples de Ramiro Acuña, pero el local, con mucha jerarquía, volvió a quedar a tiro y a llevarse el juego.
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