Panamá tuvo grandes porcentajes en tiros exteriores y Uruguay está al borde de la eliminación
La selección de Gerardo Jauri no logró recuperarse de la durísima derrota del martes ante Dominicana y sufrió 12 triples de los panameños en el partido y terminó perdiendo 83 a 77 ante el rival de menor calibre de la segunda fase. Uruguay jugó el peor partido defensivo desde que comenzó el torneo, y además de haber sido el juego en el que recibió más tantos en contra, sufrió grandes distracciones que lo llevaron a la segunda derrota consecutiva en esta fase del campeonato.
Uruguay tenía la difícil parada de chocar ante el equipo más flojo que le tocaba enfrentar en la segunda ronda sabiendo que tenía la obligación de ganar. El detalle del antecedente inmediato de perder un juego increíble ante Dominicana no era menor: además de sufrir una derrota, los celestes habían hecho un gran desgaste y el dinamismo del torneo casi no permite el descanso. Hoy se sintió la poca rotación del plantel de Jauri; los jugadores sufrieron mucho en el segundo tiempo.
A la falta de concentración defensiva y la menor contención en esa zona de la cancha en el plantel celeste se sumó la gran tarde que tuvieron los jugadores perimetrales de Panamá: tanto Joel Muñoz como Danilo Pinnock y el incontenible Jamar Warren fueron tremendas figuras en el equipo centroamericano. Una situación muy similar a la del Preolímpico de Las Vegas de 2007 parece volver a restringir el ingreso de Uruguay a los torneos más importantes del mundo.
Moviendo el banco
El partido arrancó goleado. Ya en los primeros minutos se mostraba un buen dinamismo de ambos equipos y los panameños comenzaron a correr de la mano del armado de Muñoz. El base -que pasó por Goes y Welcome- era el encargado de manejar la pelota y la controlaba por más de la mitad de la posesión panameña. En un principio Osimani se soltó de su marca y Joel consiguió triples sueltos que ya empezaban a mostrar ciertas carencias en la defensa celeste. De arranque, un parcial 9 a 4 para ellos.
Newsome era la mejor arma ofensiva uruguaya. Muy enchufado, cargaba bien la tabla rival. La primera opción buscada por los dirigidos por Jauri era ir fuertemente al aro, y allí consiguió faltas que, a diferencia de lo que sucedió en el resto del campeonato, transformaba en puntos desde la línea de libre. Los ocho puntos del norteamericano nacionalizado uruguayo fueron claves para terminar arriba en el primer bloque de 10 minutos.
El segundo cuarto tuvo lo mejor de Uruguay. Jauri hizo la mayor rotación de todo el campeonato (entraron Taboada, Páez y Borsellino) y, si bien por momentos el equipo se quedó sin gol, en el cierre del primer tiempo Uruguay consiguió la máxima ventaja del partido. Sacó ocho de ventaja (38-30), en un parcial de 11 a 0 con conversiones de Batista, Leandro García Morales y Barrera permitieron ir al descanso largo con la mejor comodidad del encuentro. En este cuarto la celeste presentó el mejor rendimiento defensivo del partido y sólo recibió catorce puntos.
La lesión de García Morales en su mano derecha (había recibido ocho puntos de sutura por un corte) llegó a modificar la táctica uruguaya. No se buscó tanto en el primer tiempo al goleador de la camiseta número 10 y ni siquiera recibía tantas cortinas para aclararle su gol. Eso reforzó el juego interno celeste, donde aparecieron muy bien Batista y Newsome.
Con el tridente
Uruguay no había recibido una gran cantidad de puntos, pero la defensa no tenía la misma intensidad mostrada en otros juegos de este Premundial. Seguramente, la poca posibilidad de recuperación jugó en contra de la mejor arma celeste en todo el campeonato.
El tercer cuarto fue lo peor del partido. Panamá hizo tres triples consecutivos de arranque y eso emparejó las cosas. Otra vez Joel Muñoz empezó con mano caliente y se aprovechó de la pasividad en el uno contra uno que presentó García Morales en esos primeros minutos del segundo tiempo. Osimani rápidamente tomó al base y en la siguiente jugada fue Warren el que consiguió herir desde el perímetro. Fueron los tres minutos más goleados de todo el partido, porque Uruguay respondió bien, Barrera otra vez entró bien en el partido y lo demostró con triples y asistencias.
Panamá volvió a acercarse con un parcial de 7 a 0 y el equipo celeste empezó a sufrir una de las mayores fallas, que pesó muchísimo en la derrota. Los centroamericanos comenzaron a cargar muy bien el rebote ofensivo y Uruguay no controló el bloqueo. Los dirigidos por el boricua David Rosario (entrenador de la misma nacionalidad que el técnico de Dominicana) consiguieron goles fáciles de segundos tiros y emparejaron la ventaja que había logrado Uruguay. Leandro García Morales encontró en este cuarto el mejor momento personal y puso dos triples consecutivos.
Una jugada muy curiosa en un ataque uruguayo no permitió seguir con el tanto a tanto. Osimani asistió perfectamente a Newsome, que se resbaló y no logró convertir un solo punto debajo del tablero. Panamá convirtió todos los puntos que no había hecho en el segundo cuarto: 28 con los cinco triples en cinco intentos. Warren fue incontenible para Uruguay y siguió haciendo la diferencia. En este cuarto Panamá llegó a estar arriba por cinco puntos (56-51) y finalmente la celeste descontó a uno solo de ventaja.
Fuerte como Pinnock
El cuarto de cierre empezó matador. Panamá puso un parcial contundente a partir del cual dominó los tiempos del partido. Uruguay se perdió y, además de equivocarse, no tenía resto físico para ser duro en defensa. El reloj pasaba y el equipo de Jauri se alejaba cada vez más de la posibilidad de alcanzar al rival. El mejor jugador del torneo en la selección panameña, Danilo Pinnock, apareció y se sumó muy bien al ataque.
Cuando Uruguay estaba remándola de atrás, Panchi Barrera robó una pelota genial en primera línea, pero en el afán de sacar la falta y el gol erró la bandejita y Uruguay se desplomó tanto en juego como anímicamente. La selección panameña tomó once rebotes ofensivos, corrió muy bien la cancha cuando los celestes se equivocaban, y tuvo un letal porcentaje de tiros externos (12/23), todo lo cual le permitió quedarse con el punto.
El equipo de Jauri ya no se pudo reponer del golpe y Panamá aprovechó para quedarse con la primera victoria de la segunda fase -la segunda del torneo- y de esa manera arruinarnos la ilusión.
Kike Martínez
jueves, 3 de septiembre de 2009
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