martes, 14 de abril de 2009

Segundos afuera

En el Radisson Victoria Plaza, peinada y maquillada como para un casamiento o para presentarse a un casting, Chris Namús se presentó por primera vez públicamente ante los medios después de su ruptura con los empresarios Sebastián Amaya y Juan Vanrell. La bonita fajadora de Ancel dijo con relación a su pasado reciente: “nunca se me pagó lo que quería y nunca se me trató como quería”. Dijo que cuando habló de corrupción en el comunicado de la semana pasada, en el que se reconocía como "referente del deporte uruguayo", se refería a la amenaza pública de Amaya y Vanrell acerca de que "no iba a pelear nunca más".

La goense señaló que ahora no está en condiciones de pelear por el título mundial -ella es poseedora de un cinturón juvenil sub 21 de la WIBA, una organización que no es referente del boxeo mundial con sede en Miami- y que antes de ir por la corona de peso superligero del Consejo Mundial de Boxeo ante la colombiana Liliana Palmera le gustaría "tener dos o tres peleas más para prepararme bien".

Namús explicó que nunca había sido citada ni informada acerca de una reunión que ayer se realizó entre Nicola Cetraro por el Ministerio de Turismo y Deporte, además de presidente de la Federación Uruguaya de Boxeo y los representantes anteriores y actuales, pero que no tendría problemas en reunirse con el ministerio si así lo dispusieran. "Todavía no tengo representantes", dijo aunque su vínculo con Sebastián Revetria, uno de los hijos de Hebert, apareció ya la semana pasada en la lista de contactos pública de la Women Boxing Archive Network (http://www.womenboxing.com/matchup-r.htm), donde Revetria aparece como promotor del Bombón y del Ratón Herrera.

Cuando le contestaron si la amenazaron de muerte dijo que no iba a contestar.

No hay comentarios: