domingo, 3 de mayo de 2009

El daño del Papa

Wanderers, Danubio y Racing sufren por culpa de Pezzolano.

Liverpool pegó un volantazo a tiempo. Aunque la sutileza portadora del único gol que tuvo su victoria ante Wanderers suavice la maniobra: el Papa Pezzolano culminó una jugada personalísima con una caricia que metió la pelota en el arco bohemio a la velocidad de un replay. Volvió a la victoria en la misma fecha en la que perdieron franjeados y cerveceros, los que ocupan las últimas plazas clasificatorias a la Liguilla, de la que ahora los negros vuelven a estar cerca. Siguen séptimos, pero a cuatro de uno y a seis del otro.
Liverpool trabajó con la paciencia propia de quien goza de una comodidad que, sin embargo, le es ajena. Como sabiendo que ese requisito se vuelve indispensable para capear el temporal de la tabla anual. Tejera jugó de primera, hizo correr sin correr. Las carreras quedaron reservadas para los volantes subidores, los que recepcionaron sus toques cortos y pensaron en el arco o en el área. Por la derecha, Díaz fue bien pero terminó mal. Por el medio, Pezzolano aprovechó el callejón para sumarse a los de arriba como un delantero atrasado. Ése fue el camino que lo vio pasar de cabeza levantada rumbo al área, cuando el gol con mimo a la pelota.
Wanderers apeló a un banco peligroso. Hizo entrar en conjunto a los pedidos Julio Rodríguez y Santiago López. Bigote se tiró a la derecha y plasmó un esquema de tres delanteros, que a mediados del complemento cuestionó la imposición visitante. Pero todo murió en las manos de Castro y el blindaje de Alves.
La fecha 10, la del gol del 10, cambió los ánimos en Belvedere. Saben que todavía está pendiente el partido con Danubio, marcan la fecha libre que Racing aún no tuvo. La suya no la deben porque -al estilo Palma- la pagaron en la primera fecha.

Martín Rodríguez

No hay comentarios: