Peñarol ganó 3 a 0 con goles de Pacheco, Bueno y Richard Núñez ante Juventud, que quedó hundido allá abajo en la tabla
A la hora exacta en que estalla la alegría con burbujas de colores y el agite de los muchachos revienta con pasión enloquecida en las tribunas, Peñarol terminó ganando sin pasar zozobras ni sobresaltos frente al pobre conjunto canario y alimenta la fe carbonera en el sueño por el título.
La emoción del triunfo se desprendió por los escalones duros del estadio. Humo, banderas y gargantas metiendo ante una goleada por 3-0. Peñarol volvió a llenar el aire con gritos de gol, cerró la jornada con un golazo maestro del zurdo Núñez y ya no hubo más nada.
Cuando faltaban cuatro minutos y la escuadra canaria se desflecaba en la cancha, se juntaron Petete y Richard Núñez, con el número 10 en la espalda, y marcó un golazo de exquisita calidad. Con la pierna zurda mágica le alcanzó a Núñez, que jugó apenas treinta y pocos minutos, para robarse los aplausos y todas las miradas.
Peñarol sumó los tres puntos, siempre fundamentales, en juego frente al equipo canario, que está ultimo en la tabla, hundido allá en el fondo, en el infierno de la tabla de abajo. Según marcan las estadísticas, fue para Peñarol el cuarto cotejo consecutivo en que no le convierten goles.
Corrían apenas seis minutos de fútbol y el Tony Pacheco metió un zapatazo de lejos, la pelota viboreó, picó casi jabonosa en el pasto y todo el esfuerzo del golero, el Araña Salgueiro, quedó en la nada. Fue el 1 a 0 sorpresivo que reventó la gritería de la hinchada.
Después todo el partido fue lucha, piernas constantes y fallas permanentes en materia ofensiva. Juventud quedó enterrado atrás y no pudo nunca remontar la cancha. El conjunto mirasol creó las chances y erró tres o cuatro goles, dejando el resultado parcial de 1 a 0 en la cornisa peligrosa del empate.
En el segundo tiempo hubo muchos pasajes de fútbol discreto hasta que el técnico Saralegui jugó la carta de los cambios y mandó a la cancha a Richard Núñez suplantando al moreno Nasa, y Peñarol ganó en calidad de manejo y en voltaje atacante. El ingreso de Petete dotó también de potencia ofensiva al carbonero y dio, sin dudas, el vuelco al partido. Participó en el gol de Bueno y también en la definición de gol de Núñez.
Petete también terminó siendo figura en la victoria aurinegra. Fue vistosa también la dinámica de Asconegui, que ingresó suplantando a Aguirregaray. Si bien marró varias chances, Peñarol logró pegar en la red y gritó la victoria en un campeonato difícil en el cual no tiene permitido perder puntos. Para el carbonero el objetivo sigue siendo luchar por el campeonato, partido a partido, minuto a minuto, centímetro a centímetro.
Fue un 3-0 casi mentiroso. Al final Peñarol apretó las clavijas, tuvo mayor claridad en definición y puso distancias definitivas en el marcador. Juventud no atacó nunca y planteó un partido muy lejos del arco enemigo. El equipo mirasol sumó de a tres y va ajustando engranajes, moviendo las piezas, tratando de aceitar su fútbol e imponer su ritmo. La lucha sigue, siempre, peldaño a peldaño, en la peleada escalera del campeonato.
Marcelo Tasistro
domingo, 19 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario