lunes, 7 de diciembre de 2009

Qué sé yo

Liverpool ganó el sábado, el resto lo sabe usted
Con El Diario del Lunes en la mano, usted sabe lo que yo no sé. Mejor dicho, usted sabe lo que yo ya sé pero no sabía cuando escribí estas líneas. Ocurre que el diario que salió el lunes empezó a escribirse mucho antes, como lo prueba esta nota terminada en la noche del sábado. Entonces Liverpool recién le había ganado a Racing por 2 a 0 y se había subido a la punta del torneo aprovechando que Nacional todavía no había jugado con Peñarol el clásico del domingo. Por más que me esfuerce, la nota padece de una renguera insalvable. Puedo hablarle del partido, pero no de sus consecuencias: un problemón ante una victoria potencialmente influyente en la punta del torneo.

Sé que vi una victoria indiscutible, un partido jugado siempre en bajada hacia el arco de Contreras. Que me impresionó la verticalidad negriazul, capaz de generar un extraño colapso en el siempre duro Racing de Verzeri. Que Liverpool sigue manejando la pelota con la prolijidad que caracterizó sus últimas versiones, pero que ahora cambia de ritmo y se vuelve temible cuando lanza a sus volantes para que se llene la panza una temible pareja atacante. Y que la diferencia de dos goles recién concretada en el complemento merece castigo por impuntual, porque la supremacía locataria se apreció casi desde el principio.

Mauricio Díaz y Carlos Sánchez lanzaron de corrido. El primero volvió a explotar el borde derecho y el segundo jugó entre los volantes y los puntas. Figueroa los disfrutó y hasta los complementó abriéndose por derecha, mientras que Alfaro tuvo la lucidez de siempre para aprovechar cada pelota picante. Héctor Hernández intentó multiplicarse sin suerte ante algunos problemas demostrados por su compañero Brasesco. Otro tanto ocurrió con Contreras, que tuvo palos amigos que lo cubrieron tres veces durante el primer tiempo.

Riquero y Aldo Díaz hicieron los goles y desataron la alegría entre los paraguas del sábado de tarde. La gente se fue contenta, mientras Racing hacía lo que podía jugando con diez. Liverpool ilusiona. Tiene algo. Eso que dice el título.
MR

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