Pingüinos helados

En una noche terrible, Racing venció 3-2 a Nacional
A un paso de la escarcha. Con gorros, guantes y bufandas y dando flexiones de rodillas permanentes en la tribuna. Los heroicos pingüinos sobrevivieron allá, en la tundra del Parque Rodó, envueltos en una ventolina helada y bajo rachas de aguanieve.

El Racing de Verzeri venció 3-2 al conjunto albo sin pasar sobresaltos y controlando el juego ante un rival que apenas logró llegar al arco adversario.

Con fogatas improvisadas de diarios viejos y al ritmo de una pausada trompeta, los tricolores levantaron los brazos, pasada la media hora de juego, cuando el Indio Rodríguez encajó un bombazo bárbaro al ángulo y el Loco Contreras no la pudo parar. Fue el 1 a 0 que no duró casi nada.

Enseguida Burián rechazó con el pie un trallazo de Quiñones, y minutos después cayó el empate, cuando Blanes dibujó un rápido escape y el centro al área fue conectado por el argentino Pablo Torres, quien de cabeza mandó la bomba de nieve al ángulo ante un golero congelado.

En el tiempo final, con una mediavuelta resbaladiza, el tucumano Hernández conectó el 2-1 a favor de la escuadra de Sayago.

El empate tricolor cayó con guinda enroscada que el Chapa Blanco le metió onda, y el Loco Contreras la miró caer entre los piolines. Un golazo. Fue el 2-2.

Después, el corpulento Balsas metió los remos en el área y embocó de pierna zurda el tercero. Ganó bien Racing, que mantiene la chance ante un conjunto de alternativa que no encuentra el paso.
Marcelo Tasistro