A Liverpool le alcanzó una decena de minutos para ganar de atrás 4-3 a Cerrito.
Dentro de un tiempo, la cantidad de contadores de esta historia se multiplicará a la enésima potencia en relación a los verdaderos testigos de esta ignota y casi clandestina hazaña de los negriazules, que en apenas diez minutos dieron vuelta un partido que hasta los 25' del segundo tiempo perdían por 3 a 0 jugando con uno menos. Los visitantes -Cerrito- jugaron con un signo de interrogación en su pecho, símbolo de “no publicidad” pero en realidad era un anticipo del interrogante enorme con que extendieron su pequeño drama final.
La cancha ayuda y la pelota se mueve en la mitad de aquélla. Figueroa y Figueredo se juntaban para proponer por los negriazules. Cerrito intentó con el mayor de los Alcoba pero sin llegar a nada. Luego todo se volvió una meseta futbolística reducida a trabar y luchar por la posesión de la más querida, al menos dentro del verde césped. El portero negriazul tuvo una excelente reacción ante remate de Franco, que avisaba, lo que llegaría minutos más tarde, a los 31', cuando luego de un córner, el Pelo Ortiz la pinchara para que Techera rematara la jugada y los de Julio Balerio se pusieran 1a 0.
Maureen Franco sostenía el resultado. El sanducero Michel Acosta tuvo un poco de insatisfacción y taló literalmente al duraznense de nombre raro que era la figura del match. Al comenzar la segunda parte Cerrito se mostraba más seguro. El penal fue evidente y Franco chumbeó y De Agustini no llegó: 2-0 la visita. El desconcierto local llegó a uno de sus puntos más altos y se sustanció con la expulsión de Michel Acosta, que se tiró muy feo. Favaro pensó en Maximiliano Córdoba, que entró por Figueredo que era enganche, dejando el mediocampo más desprotegido para tener tres puntas, sumándose al recién ingresado Alfaro y Figueroa. Juan Manuel Ortiz era el punto de referencia en el ataque visitante. Una jugada en equipo propuso un centro donde el argentino Rodrigo Escalante llegó mucho antes a la pelota que De Agustini en su salida, marcando el 3-0, cuando apenas había pasado el cuarto de hora del segundo tiempo.
Si hipotéticamente el partido hubiera sido relatado por Sonsol, en ese momento hubiera afirmado tajantemente que el juego estaba liquidado y hubiera empezado a hablar de la Noche de la nostalgia y de cómo ser un buen peleador de generalas. Ya iban 25' y nuestro hipotético relator seguía hablando del Club del Clan, cuando en un córner tras la ejecución de Córdoba, Macchi entró de cabeza y descontó: 1-3.
¿Esto está liquidado o me voy a tener que ir de rodillas a casa? Y... parecía difícil, pero un par de minutos después Patriti llegó y cabeceó tras centro de Riquero y un 2-3 con diez jugadores, te pone a soñar. Más cuando tenían la pelota. Y en ese tener de Liverpool, Riquero empató empujándola cuando todavía quedaba un cuarto de hora. Y para que la taquicardia y la presión te subieran en un solo minuto, Alfarito dio vuelta el partido, con festejo de héroes y todo. Quedaban 12' y Cerrito todavía estaba en la cancha con Franco, así que había que esperar un gran final del partido. El auriverde se fue al ataque, pero Liverpool defendió bien de bien. Llegaron centros a la olla pasados y al primer palo, córners y tiros elevados por sobre el horizontal, hasta tuvo que exigirse el portero local, pero todo terminó: 4-3 para los locales.
Si nuestro hipotético narrador cumpliera con sus promesas, a la hora en que usted está leyendo esta crónica él debe estar llegando a su casa con las rodillas a la miseria.
DM Camilo
jueves, 27 de agosto de 2009
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