jueves, 25 de septiembre de 2008

Profeta en su tierra

Dos goles de Abreu le dieron la victoria a River sobre Defensor: 2-1
La victoria como visitante de los millonarios deja en teoría y en la práctica mal posicionados a los violetas de cara a la revancha en Buenos Aires el próximo jueves, donde los de Da Silva tendrán que ganar por dos goles de diferencia para clasificar directamente.
Las chances violetas de continuidad en la Copa Sudamericana se vieron seriamente comprometidas anoche al perder el primer partido de la serie por octavos de final que lo enfrenta con el equipo millonario.
Sebastián Abreu fue la figura excluyente del encuentro, que fue seguido por una multitud que respondió con avidez a los precios populares. Dentro de lo parejo del match, el oportunismo del minuano volcó la llave a favor del conjunto que dirige Simeone, quien sabía muy bien lo que hacía cuando reclamaba la repatriación del jugador emigrado al fútbol israelí. Abreu le devolvió la sonrisa a un grupo que venía muy golpeado luego de dos derrotas consecutivas ante Vélez y el San Martín tucumano.
Defensor fue mucho más ganas que fútbol. Vendió cara la derrota pero careció de elaboración de juego. Cuando llegó y verdaderamente ofendió fue en gran medida gracias a pelotas quietas, la enorme mayoría de ellas bien ejecutadas por Diego de Souza. Por esa vía llegó el gol que mantiene a los violetas con un respirador artificial en la serie.
Una bola bien puesta por el melense quedó perdida en el área argentina y el zaguero Risso se disfrazó de 9 y la empujó a la red. Pero faltaba muy poco tiempo y, a pesar de ese envión anímico final, el gusto que quedó para los tuertos es amargo, conscientes de que la cosa está complicadísima y de que ahora dependen de una hazañaza en el Monumental.
Ataca Uruguay, gol de Argentina
Lo mejor de River en el partido fueron los primeros 10 minutos. La situación adversa que atraviesa en el Apertura argentino el millonario fue un acicate que los llevó a salir a jugar con todas las pilas, y enseguida los de Simeone tomaron la manija del partido.
El primer grito de Abreu fue a los 8 minutos, pero ya antes River había tenido dos ocasiones claras, ambas a través del notable Diego Bunonaotte, que ayer honró su apellido.
Tras esa prematura desventaja Defensor salió a buscar el partido, pero no estuvo bien en la generación de juego y sus ataques fueron forzados, con más ganas que virtudes técnicas.
De todos modos, el arquero riverplatense Ojeda mostró sus condiciones al atajar un notable tiro libre de De Souza, que fue la llegada más clara de los del Polilla en todo el primer tiempo. En la segunda mitad Ojeda confirmó su solidez al sacar unas cuantas, porque ahí sí Defensor se fue decididamente a buscar el empate.
En realidad la sensación de igualdad estaba rondando desde la reanudación. Entró el argentino La Paglia, que le dio más fluidez a la ofensiva, y también tuvo minutos el ex Peñarol Martín García, que estuvo siempre al borde de hacer el gol pero no concretó, lo cual es siempre reprobable en un delantero.
Pero el segundo gol de Abreu sentenció el partido. Un remate frontal del volante Abelairas generó un pésimo despeje del arquero violeta Martín Silva y en el rebote el Loco demostró por qué hace años que clubes del exterior pagan millones por él.
El balde de agua fría fue mayúsculo, pero la inquebrantable voluntad violeta justificó el descuento, que bien podía haber llegado antes.
Nada puede reprocharse en cuanto a la actitud de Defensor, pero sí quedó en el debe en la parte del juego criterioso que, por ejemplo, lo llevó recientemente a ser campeón uruguayo. La actividad internacional no deja lugar a muchos errores y ayer Defensor cometió los suficientes como para quedar mal parado de cara a la revancha del jueves.
Gonzalo Giuria

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