En una hermosa tarde como la del sábado en Belvedere, linda como para soñar con quedar en la punta aunque fuera por unas horas, los de la cuchilla ganaron jugando buen fútbol.
El primer tiempo fue entretenido porque ambas oncenas salieron a proponer un buen juego. La visita jugaba por el medio y el local buscaba y proponía por las bandas. Así fue gran parte de la primera mitad. A a los 14 minutos Liverpool avisaba con una gran jugada de Alfaro, que pasó cerca del arco de Álvarez. Los picapiedras cargaban bastante sobre el arco de Matías Fidel Castro pero no lograban concretar. Mediando la primera parte, Rampla proponía más y el local cortaba el juego sistemáticamente, lo que dio lugar a muchas amonestaciones. Julián Perujo, a esta altura ya un estandarte de Rampla, tuvo el gol antes que se cerrara la primera mitad pero no pudo ser. Así se fue el primer tiempo: con mucho juego pero con el marcador en cero.
En la segunda mitad el conjunto ramplense salió a buscar el partido y en un descuido Emiliano Alfaro apiló jugadores por el medio, remató y en el rebote apareció su socio Elías Ricardo Figueroa para abrir el marcador a favor del local. De ahí en adelante el partido cambió, fue más trabado, a los 63' vio la roja Vitabar y sin que fuera lógico la visita empezaba a jugar mejor a pesar de la inferioridad numérica. Minutos más tarde en el equipo local saldrían expulsados Ignacio Medina, por fuerte entrada, y el recién ingresado Francisco Silva, ex Central, por codazo en el área que derivó en el penal que el argentino y principal goleador rojiverde Nicolás Guevara transformó en gol para el empate transitorio. A los 79' Marcel Novick cometió un penal clarísimo que lo dejó fuera del partido y en esa acción el floridense Julián Lalinde remató fuerte y al medio para poner nuevamente por delante a los dirigidos por Eduardo Favaro.
Sobre el final del encuentro fue expulsado Guevara para la visita por doble amarilla y ahí ya eran 9 de Liverpool contra 8 de Rampla que buscaban el milagro. En los descuentos, Alfaro encontró una pelota profunda que con un gran sombrerito al golero marcó el tercer tanto para darle en ese momento la punta del campeonato, aunque por unas horas nomás.
Bernardo Farolini
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