La efectividad se hace amiga del River de Carrasco, últimamente dueño de menos victorias morales pero de más triunfos reales que poco tiempo atrás. El sábado derrotó a Atenas por 1 a 0, luego de ser contundente en un primer tiempo con varios casi atenienses. Ya en la segunda parte, JR movió el banco y cambió el ida y vuelta por dominio darsenero. Fue clave el ingreso de Zambrana, que argumentó a favor de una victoria más lógica en ese contexto que en el anterior.
Tola Antúnez reincidió en su predilección por planteos aparentemente osados y mandó a la cancha un equipo ofensivo. Su tradicional 4-3-3 generó riesgo sobre el arco de Dos Santos, como era posible si se consideraban los nombres del equipo de San Carlos y el hábito darsenero de jugar con tres atrás. Los remates de Tridente, los cabezazos de Schneider y las diagonales de Nasa pautaron un primer tiempo de puertas abiertas, en el que River homenajeó a la efectividad cuando Porta hizo el gol inicialmente inmerecido a los 14’.
La dinámica devino en cierta quietud propia del segundo tiempo. Entonces, Atenas no tuvo la oportunidad ni de equivocarse en el último pase, como le pasó entre las corridas tempraneras. River le sacó la pelota y se pareció más al de siempre, pese a las bajas con las que afrontó el encuentro y a las innovaciones de su técnico: el sábado no estuvieron el Japo Rodríguez ni los lesionados Andresinho -el habilidoso brasileño que sufrió un problema muscular cuando quedaba de cara al gol en Salvador, Bahía, ante el Vitória- y José María Franco, que sufrió una lesión en el encuentro ante los tricolores que lo llevó al quirófano y lo alejará de las canchas por unos meses. Petete Correa debutó jugando como volante central, la única posición en la que podía engranar en este equipo según JR, que diagnosticó que el exquisito delantero -que, justamente, surgió en River y que en su segunda etapa se retiró del club cuando Carrasco llegó a dirigirlo- sólo podría jugar de 5, ya que en las posiciones de delantero y enganche hay muchos futbolistas y Fernando ya no tiene ni la velocidad ni la forma física para desempeñarse en esos puestos. La defensa les cerró los caminos a los cambios ofensivos de la visita, agarrada del gran rendimiento de Gabriel Marques. Todo para justificar el 1 a 0 que mantiene su invicto del segundo semestre y que sólo puso en riesgo el zaguero carolino La Cruz, cuando a los 86’ tituló la nota con un cabezazo que casi empata.
MR
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