domingo, 16 de noviembre de 2008

Fondo blanco (y negro)

Wanderers le ganó a Juventud con el aporte fundamental de su defensa, que nunca pasó zozobra y aportó dos de los tres goles. Los azules estrenaron a Longo pero no hubo refrán que valga: Wanderers dominó siempre, hizo los goles y aprovechó con inteligencia las expulsiones que sufrió el rival.
Día espantoso y la cancha a tono con el contexto. Por suerte las emociones llegaron rápido cuando a los 15’ Quaglioti se mandó un gol rarísimo: entre que se caía víctima de una falta logró cachetear la pelota y colgarla del ángulo.
Juventud respondió con un tiro elevado de Difiori y en seguida quedó con diez hombres. No hubo dos conjeturas: partido liquidado. Faltaba más de una hora pero Juventud nunca mostró atisbos de cómo doblegar a la firme defensa bohemia. En cambio Wanderers se animó con el coraje de Corujo, que trepó por derecha hasta el fondo y sirvió al medio para Charquero que resolvió con pase a la red.
La segunda parte, decididamente de sobra, tuvo sorpresas de movida, cuando De Seja dejó a Juventud con nueve jugadores. Sirvió para recargar el orgullo bohemio de cara a un partido especial para sus hinchas con Defensor. Laens casi moja y Jonathan Pérez tuvo sus minutos de gloria con dos chances de anotar. Hasta que a los 60’ Lacerda dibujó un surco de área a área con un carrerón de 80 metros, que acabó con la pelota dentro del arco de Góngora y con la ilusión de algún pedrense soñador.
RU

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