Una valiosa victoria se llevó Tacuarembó para el norte. Por ser de visitante y por haber jugado desde los 29' del primer tiempo con un hombre de menos.
Wanderers dominó territorialmente y tuvo mucho más tiempo la pelota que su rival. El problema es que la movió con tibieza de izquierda a derecha y le costó ser profundo. Mucha horizontalidad y poca verticalidad para un equipo que ganó sólo un encuentro en nueve fechas.
El equipo del norte, le dio la mano al empate primero, defendiéndolo con mucha concentración y esfuerzo, y luego se abrazó a la victoria redoblando las cualidades antes mencionadas. Promediando el segundo tiempo le sacó petróleo a un tiro libre que Nicolás Pereira empujó a la red con el corazón, desde el piso. Los jugadores y el cuerpo técnico tacuaremboense pegaron la vuelta seguramente con una sonrisa tan grande y blanca como la del que cada día canta mejor.
GP
domingo, 2 de noviembre de 2008
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