domingo, 2 de noviembre de 2008

Mentiras que valen la pena

Más que por el primer sol de noviembre, Cerro Largo visitó el Franzini acalorado por la Tabla del Descenso. Redondeó un buen partido, quizá muy bueno si cuenta la relación rendimiento-exigencia. Pero Defensor le ganó 3 a 1, dejándole el único consuelo de haber abierto un encuentro que se anunciaba cerrado. De entrada, Canobbio arrancó un grito de gooo de la Ghierra y perdonó la red violeta. Pero Ferreira infló la arachana a los 17’ y obligó a Cerro Largo a correr la liebre por el Parque Rodó. Y eso que entonces el volante Mauricio Díaz ya redactaba el desmentido remitido a los que auguramos una cómoda victoria locataria. Después, Ruiz, Olivera y Dean Silvera agregarían su firma.

Martín Silva disimuló los errores repetidos de los grandotes Risso y Acosta, con los que conformó un atareado triángulo final. A 105 metros, en cambio, su colega Fernando Pérez nunca consiguió transmitir seguridad. Defensor supo cuándo pegar. Ferreira marcó el segundo mientras el complemento apenas se estrenaba. Vila congeló el tanteador a siete del cierre, en momentos en que los de Wilmar Cabrera recién saboreaban un descuento pago en euros, si se suman los méritos que tuvieron que ofrendarle en los 75’ anteriores. Más que por mejor, el tuerto se impuso por más seguro para aprovechar lo que generó. Que es una manera avara de decir que fue mejor, resultante de la contundencia de un fino Ferreira, la distribución acertada de La Paglia y De Souza y las corridas de Pérez y Vila. El eufemismo refiere a que aprovechó la superioridad de sus individualidades para ganar un partido parejo y revivir una máxima damianista. La que dice que más que los números, mienten quienes los hacen: a Defensor, la tabla le cree.

MR

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