Diego Aguirre - El entrenador de la selección sub 20 nos habla del presente de la selección mayor y del proceso encabezado por el Maestro Tabárez
Ecuador quedó quinto y desplazó al sexto lugar a Uruguay, que no pudo derrotar a Venezuela
La lista de victorias uruguayas merecidas pero no concretadas sumó un nuevo partido. Por detrás del 2 a 2 de ayer en Venezuela, del empate que incomoda porque tira a la selección al sexto puesto y deja a los ecuatorianos en la posición de repesca hasta ayer celeste, se esconde otro trámite pautado por el pudo ser. Venezuela no hizo mucho más que ser efectiva, con dos tantos oportunísimos. Excesivamente generosos con lo poco que propuso. El primero llegó a los 8’ y obligó a Uruguay a correr la liebre por Puerto Ordaz. Ya en el complemento, el segundo se produjo tras el tanto que había puesto el demasiado efímero 2 a 1 uruguayo, rompiendo más de media hora de tranquilidad sobre la valla de Castillo.
El gol temprano marcó el rumbo de un primer tiempo jugado con mucho ritmo, con vértigo propiciado por una cancha muy rápida, donde la pelota picaba y se iba lejos.
El gol del uruguayo-venezolano Giancarlo Maldonado le dio tranquilidad y aplomo al buen planteo venezolano, que mostró una formación bien en bloque, compacta, segura atrás y de salida todo lo prolija que se podía en un partido peleado palmo a palmo.
Ese gol lo convirtió el ex River y selecciones juveniles de Víctor Púa porque enganchó una apelota bien puesta a las espaldas de los zagueros centrales uruguayo para definir con toque de calidad por arriba de la salida desesperada de Juan Castillo, anoche relevo de Seba Viera en la cambiante titularidad del arco uruguayo. Fue a los 8 minutos.
Antes, cuando el minutero había dado sólo dos vueltas, el Flaco Fernández terminó en un tirito a las manos de Renny Vega una peligros incursión de cara al golero luego de un pase-gol de Diego Forlán.
Si la selección local fue más ordenada, la uruguaya fue muy imprecisa lo que no se opone a la búsqueda más continua del arco rival.
Entre los 21 y 25 minutos ese mayor protagonismo tuvo concreción en llegadas al área rival muy peligrosas. Eso sucedió en una incursión de Suárez por izquierda de donde pasó a Forlán y ganó la defensa; en una mandada de Fucile culminada con centro que tomó Forlán, centreó y Suárez tiro a colocar atajando el golero o en otra jugada armada por Luisito Suárez desde derecha y terminada mal con pase atrás interceptado por rival.
Suárez se reveló contra cierta tosquedad del juego uruguayo –repetido en suelo rival pero impreciso en las aproximaciones- y alos 35’ reventó el horizontal con un remate de distancia. En seguida, Palito y Forlán lo imitarían con mayor destaque para el que juega en Portugal. El único sacudón gestado por el locatario tras el gol que planteó el 1 a 0, llegó cuando el venzolano Moreno tiró bajo e hizo que la pelota se convirtiera en vecina del poste derecho de Castillo.
El 1-0 final de la primera etapa dejaba, en ese momento, a Uruguay en la séptima posición de la Clasificatoria Sudamericana y eso no era buena cosa. Algún cambio era previsible para el segundo tiempo y un ajuste general del movimiento del equipo. Para el segundo tiempo, Tabárez optó por el Cebolla en desmedro del Flaco Fernández, anticipando una mayor aproximación al área ajena que tuvo su primer fruto en un remate de Forlán bien contenido por Vega. Fucile optó por la misma apenas un minuto antes del pase milimétrico del Cebolla que encontró (por fin) un receptor dentro del área: fue Suárez para poner el 1-1.
La movida ofensiva se reforzó cuando Abreu entró en lo mejor de la efervescencia post-empate. Forlán casi desnivela insistiendo desde lejos, Cristian Rodríguez también lo tuvo luego de juntarse con Fucile y –finalmente- fue el del Aleti el que lo consiguió luego de una buena combinación entre Pérez y Abreu.
Nadie pensó en que la Venezuela de la cola contra el arco encontraría el empate en la primera ocasión en la que azomó la nariz. Rey castigó de tiro libre y arrancó un empate inmerecido, justo mientras la Olímpica del Estadio Cachamay castigaba a hielazo limpio al plantel periodístico uruguayo.
Como tras el gol inicial, Venezuela creció luego del segundo. Pero alcanzó con que Uruguay se reordenara, para que el final se fuera de casi celeste en casi celeste. Cavani también entró para empujar y Forlán forzó dos enormes tapadas de Vega. La segunda, por el parecido entre su remate con el del empate de Suárez, fue algo así como el aprendizaje que le dejó al golero aquella primera pelota que no pudo detener.
La relación gasto-beneficio sigue siendo severa con Uruguay. La sensación se repitió entre los intentos del equipo de Tabárez y los rechazos locatarios amigos del empate, en cada balón que se negó a entrar pese a la superioridad celeste. Uruguay sumó una nueva escala en el tour de visitas de merecimientos mayores a los resultados obtenidos. El que empezó en San Pablo, siguió en Santiago y una noche de junio llegó a Puerto Ordaz.
jueves, 11 de junio de 2009
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