No hubo barullo

La movida de JR es diferente, aparentemente anormal o fuera de lo común; y si bien su actitud del fin de semana tuvo el preámbulo de su pedida conferencia de prensa en la puerta del vestuario locatario del Centenario, Carrasco actuó de esta manera en otras oportunidades y no generó tal repercusión. Esta vez hubo otras cosas que se metieron en el medio deportivo: conflictos, premios, dinero, presidentes.

El 19 de abril de este año River recibió a Danubio en el Saroldi en un mañanero encuentro donde también necesitaba los puntos para seguir peleando por el torneo. El juego terminó empatado, con un gol de Damián Malrrechaufe pasada la hora. Los del Prado habían jugado una semana antes en Tacuarembó y lo habían hecho con estos titulares: Luciano Dos Santos; Pablo Tiscornia, Nelson Abeijón, Mauricio Prieto; Gonzalo Porras, William Klingender, Jorge Rodríguez; Leandro Silva; Jorge Zambrana, Sergio Souza y Juan Manuel Ortiz. En la ciudad gardeliana los visitantes empataron 1 a 1.

El día de la fecha conmemorativa del desembarco de los Treinta y Tres, o del Nunca Más, Juan Ramón Carrasco viró completamente los once iniciales e hizo siete cambios. Para recibir a Danubio los darseneros entraron con Luciano Dos Santos, Diego Sosa, Ronaldo, Nelson Abeijón, Mauricio Prieto; Mario Rizzoto, Jesús Benítez, Leandro Silva, Jorge Córdoba, Diego Silva y Pablo Meloño. En el banco de suplentes estaban entre otros, Flavio Córdoba, Jorge Rodríguez, Jorge Zambrana -goleador del equipo-, Federico Puppo y Henry Giménez. Parece que esa vez a Tudurí el tema no le preocupó tanto, y tal vez sin ese disparador, o directamente porque lo que no pasa en el Centenario o en el Parque Central no pasa, los medios no se ocuparon de tal alto grado de rotación.

Para el partido del domingo, hubo diez cambios y el único que repitió fue el Caballo Tiscornia. Carrasco, si bien aceptó que sus cambios se dieron por cosas internas que hubo en el club (plantel) también dijo que esos jugadores jugaban todos los miércoles y el propio entrenador aceptó que tenían más fútbol que los supuestos titulares (que en realidad no son tales en el juego de Carrasco).
Kike Martínez