Nadie tuerce la marcha de Oriental: ganó en La Paz y le guiña al título
En el territorio fronterizo sobre el que se levanta su cancha, los celestes celebraron otra victoria y quedaron a un paso de ganar el Torneo Apertura de la vieja C. El próximo fin de semana jugarán con trofeo a la vista ante Coraceros, que a primera hora llenó la bolsa del colista Albion con un abultado 11 a 0. Oriental -en segundo turno- se conformó con un triunfo por 2 a 0 ante Torque, rival tan duro como bien superado.
Los celestes son de La Paz pero bien podrían tramitar la doble residencia, porque tienen una pata en suelo canario y otra en piso montevideano. Su añeja sede está al sur del territorio paceño, apenas unos metros antes del arroyo que separa los dos departamentos. Y ese mismo arroyo limita el predio que ocupa el Parque Oriental, la cancha que tienen sobre el capitalino Pueblo Abayubá.
El cielo toldado y el aroma de las aguas citadas cargaron una atmósfera hecha a medida del partido. Sobraron las asperezas pero también las emociones. El Oriental-Torque destapó ese qué sé yo que tiene la alternancia de la fricción con el riesgo sostenido sobre los arcos. Y también el sentimiento de culpa que se genera en el futbolero al que un par de patadas metidas en un trámite movido le hacen disfrutar más el espectáculo.
Los locales dominaron. Aunque vale decir que el arquero Rodao tapó dos mano a mano que descubrieron la vocación contragolpeadora del peligroso Torque. Las cosas fueron poniéndose en su lugar cuando abrieron el marcador, promediando el primer tiempo: un error del arquero Alves le dejó el cabezazo servido al Miguelez, zaguero cuyas características riman con Revelez.
Torque gustó y casi mereció cada vez que el volante Perera tomó la pelota y levantó la cabeza, muchas veces valiéndose de cortes y salidas a cargo del menos estilizado Richard Irigoyen. Pero Grollmes bajó la térmica a seis minutos del final, cuando el rival jugaba con diez futbolistas y regalaba espacios, al quedar con tres defensas para sumar un delantero. Sería injusto omitir que entre lo uno y lo otro, Oriental hizo más, mucho más cuando la zurda privilegiada de Abellau recibió y jugó.
Por eso la colección de personajes que ocupó la platea local dejó la cancha contenta. Además, sabe que siete puntos de ventaja a esta altura son casi indescontables. Y que la copa del Apertura viaja en en baúl de un 468.
Martín Rodríguez
lunes, 1 de diciembre de 2008
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