Nacional le ganó 2-0 a Villa Española y lidera el Apertura
El fútbol de Primera volvió. Con la escenografía de tribunas poco pobladas y de una cancha en malas condiciones a pesar del tiempo en el que estuvo sin recibir fútbol, y con el destaque de un fuerte operativo policial, la bola volvió a rodar. Un acuerdo al que llegaron las autoridades de la AUF y los ministerios de Turismo y Deporte y del Interior se convirtió en un respirador artificial para el Torneo Apertura, uno de los campeonatos más controvertidos de los últimos tiempos.
En el enrarecimiento del certamen tuvo vital gravitación la suspensión del partido que finalmente ayer se disputó, en el que Nacional alcanzó la punta del Apertura al vencer a Villa Española. Cuando se debió jugar originalmente este juego -el 31 de agosto- Líber Prudente cumplió con ceguera burocrática una disposición del Colegio de Árbitros hoy afortunadamente perimida, y así empezaron los problemas. Tampoco nadie le dijo nada para que reformulara su decisión y el partido se jugara aquella tarde de sol a las 15 y 31, y 33 o y 45.
Entre los legajos, los tribunales, las dudas y las filtraciones se coló una buena dosis de violencia, compañera de ruta del fútbol nuestro desde hace tiempo, y muchas voces se alzaron para exclamar que algo había que hacer. Dentro de un tiempo estaremos en condiciones de evaluar si lo que comenzó ayer es para mejor, para peor o, en definitiva, para seguir igual.
S>Hubo un partido
P>Esperar 94 días para ver lo que se vio ayer definitivamente no valió la pena. No es que tampoco se previera que iba a ser el partido del siglo ni mucho menos, pero la pobreza del espectáculo fue grande. Ni siquiera arbitró Prudente, lo que le hubiera puesto un toque picante al partido y seguramente hubiera provocado que hasta el Centenario se acercaran algunos puteadores profesionales para ejercer su tarea durante un rato. El inocuo Martín Vázquez fue designado para dirigir el partido que amenazó con ser bomba y terminó en pedito de vieja.
A pesar de lo dispar de las fuerzas que ayer se cotejaron, el encuentro fue bastante parejo. Los meritorios jugadores de Villa Española dan la cara dignamente defendiendo a una institución que en estos momentos parece no estar en condiciones de ser profesional. Los esfuerzos de los deportistas aurirrojos son destacables, más aun sabiendo las limitaciones con las que se preparan, pero obviamente a la larga terminan sucumbiendo en un ámbito medianamente competitivo. Por algo, si bien meten como caballos, van penúltimos en el Apertura y últimos en la tabla del descenso.
Ante ese rival Nacional tuvo que jugar ayer y lo superó, pero sin dejar un imagen sólida o que al menos refleje el primer puesto que ocupa actualmente en las posiciones. Salvo los dos golazos que le dieron los tres puntos -en definitiva, el objetivo por el que se juega-, el equipo del floridense Gerardo Pelusso no tuvo fluidez en el juego, lo que no despeja dudas con respecto al futuro tricolor en la recta final del Apertura.
Las obras de Chapita Blanco y Morro García fueron lo mejor de la tarde-noche (si pueden, vean los goles en esos flashes de 14 segundos del informativo) y le dieron al menos un colorcito al espectáculo.
Como justificación se puede decir que a Nacional ayer le faltaron varios jugadores que hoy por hoy son titulares (Adrián Romero, Mauricio Victorino, Matute Morales, Alexander Medina), y capaz que por ahí alguno se pueda quedar tranquilo, observando la mitad llena del vaso.
Gonzalo Guiria
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