La noche en que se tapó de pirotecnia el cielo de Pocitos, cerquita, en el Franzini, un iluminado Mauro Vila jugó su mejor partido en meses para llevar a su equipo a la victoria. Convirtió el empate, generó el segundo y dejó a Defensor a la expectativa, aún con chances de pelear el torneo.
El primer tramo fue parejo y disputado, con Defensor sabedor de su mayor responsabilidad de ganar a raíz de las posibilidades que aún mantiene en el campeonato. Ese apuro coadyuvó para que Rampla fuera más prolijo e incisivo en su fútbol, con Merlo y Britos por izquierda generando el mayor caudal de juego. Todo coronado sobre los 18' con el gol de Pablo Pereira, oportuno, que cacheteó un buscapié de zurda y venció a Silva.
También por izquierda se volcaron Marchant y Vila, aunque fueron bien contenidos en ese PT. Pero Da Silva la embocó para el segundo y mandó a ambos a jugar por derecha, sumando a De Souza para jugar por izquierda. Ahí sí Defensor encontró un canal directo para llegar sin apremios hasta el área picapiedra durante todo el período.
Y al toque, a los 6' del ST, Vila encontró el empate con un centro que se clavó en el ángulo (y no me vengan con que la quiso poner ahí). Rampla se acostumbró a defender y demoró demasiado en volver al juego; Defensor hacía rato era dueño. Aun así, la más clara fue de Rampla a falta de 20', cuando Puerari demoró tanto en decidir qué hacer con un rebote, que el arquero logró ahogar su tiro. Minutos después, otro desborde de Mauro Vila derivó en centro al área, entrevero de piernas y Maxi Pérez que pescó y empujó al arco. Si la pelota cruzó íntegramente la goal line, queda a criterio de quienes lo vieron por TV.
Rodrigo Ubilla
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario