domingo, 19 de julio de 2009

Hablando en Chino

Álvaro Navarro - El Chino dialogó con el Depor luego de los tres tantos que convirtió ante River Plate


Defensor goleó a River 3-0 con goles de Álvaro Chino
Navarro
A la hora que hay ruido de tenedores ansiosos y el aroma del mítico tuco enreda los vapores con el santo fútbol de los domingos. Cuando entonces rueda la guinda y la música de tapones empieza a remover la adrenalina de siempre, tembló la red del estadio monumentalmente semivacío.

Tembló temprano y hasta con cierta sorpresa. Ahí las gargantas violetas, las estoicas, gritaron el primer gol de Álvaro Navarro, el popular Chino del Parque Rodó, trepado a la rueda mágica del destino en el que tuvo la fortuna de anotar tres goles.

Fue el 1 a 0 que llegó luego de una falla defensiva en la cual el habilidoso Mora presionó en la salida darsenera, le peló el esférico a Diego Sosa y abasteció a Navarro que definió mandando el útil contra el caño izquierdo del golero.

Ahí nomás, a once minutos de juego, se dibujó la primera morisqueta de Carrasco, ubicado en la platea. Diez minutos más tarde, otra vez el Chino, de pierna derecha aprovechó una pelota que se prendía fuego en zona de incendio y cantó el segundo.

Antes, Rodrigo Mora metió un toque en el travesaño, la globa quedó suspendida en el aire ante la duda de todo el mundo -nadie atinó a reventarla- y el 2 a 0 cayó cuando corrían entonces un poco menos de los 25 minutos de fútbol y le saltó la térmica a JR y mandó caprichosamente el primer cambio en la oncena.

River pasó a moverse con un 3-3-1-3, jugando poco y mal, sin peso ofensivo y con grandes dificultades atrás.

Defensor, que se presentó debutando en la tarea técnica con Ferrín -hay que creer o reventar* ¿eh?; con la frase hecha: "técnico que debuta no pierde", máxima bien criolla, si las hay- dominó de principio a fin superando física y futbolísticamente a la escuadra del Prado. Para peor, el árbitro mandó a ducharse a Gutiérrez y River siguió con uno menos.

El mal estado del piso de la cancha seguramente conspiró contra el fútbol atildado al que acostumbra el paladar darsenero. También hay que decir que el funcionamiento colectivo de River nunca se plasmó.

Defensor, que llegó golpeado anímicamente y con varios protagonistas lesionados (Amado, Tecla, Vera, Curbelo), plantó una línea final firme, un mediocampo bien sólido y la eficiente fórmula atacante con Mora y el Chino Navarro, que llegó a su cuarto gol en dos partidos.

En River no alcanzó a destacarse el Japonés Rodríguez pero en cambio Defensor, se la pasó hablando chino.

El segundo tiempo se enlenteció producto del cansancio y del resultado que rompía los ojos que no iba a variar sustancialmente.

Defensor se recostó, cerrando caminos, un poco buscando espacios y oportunidad para lanzar un fino estilete de contragolpe. River, que metió cambios y hacía un mes que no tenía encuentros de competencia exigente, no logró prácticamente inquietar a Martín Silva.

El 3-0 final llegó tras un destello de calidad. El Chino la vio de lejos. Agarró a Luciano adelantado y le pegó con maestría por encima del golero desde afuera del área y casi raspando el travesaño se cayó la estantería. Fue un tremendo golazo que recontraliquidó el pleito.

Buena victoria violeta para recuperar líneas y objetivos. River arrancó con mal paso en un torneo corto que no admite especulaciones y no perdona errores. Defensor recuperó el aliento después de las finales y cada punto de liguilla termina valiendo, en cualquier idioma, un montón.
Marcelo Tasistro

*A juzgar por el resultado del debutante Luis González en Nacional, más bien hay que inclinarse por la segunda opción.

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