martes, 14 de julio de 2009

La "farsa" continúa

Reclamo de Peñarol embreta a clubes y a la AUF
"Mi idea era que siete equipos jugaran la Liguilla y así terminar con esta farsa". Esta opinión es rotunda: a partir de la calificación de "farsa" de todos los hechos derivados del reclamo de Peñarol de entrar en la Liguilla -y el propio reclamo, tal vez- se pone sobre la mesa lo que muchos llaman "una salida política". Se propone que la Liguilla se juegue con siete clubes en vez de seis, como está establecido desde varias temporadas atrás, incorporando a Peñarol simplemente porque hizo el reclamo de estar en ella.

Esa opinión, de por sí muy discutible, adquiere importancia en tanto fue dicha ayer por el principal dirigente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). La cuestión se vuelve alarmante porque la opinión del presidente Washington Rivero choca con lo establecido en los reglamentos y el hecho está agravado porque proviene del primer dirigente que debe cuidar las formas jurídicas establecidas en el organismo que conduce.

Hay más sobre esto: la frase con que se abre la crónica la expresó ayer Rivero en el programa Dos intrusos en el fútbol, que se emite por Radio Nacional, y lo hizo fundamentando propuestas reales que ya había llevado a la práctica.

A Rivero le dijeron “no”
Cacho Rivero, dirigente bien intencionado que entró al Consejo Ejecutivo propuesto por Peñarol, llevó adelante su idea y propuso jugar la Liguilla con siete equipos en lugar de los seis clubes legítimamente clasificados. Su propuesta, según sus propias declaraciones, fue rechazada por cinco clubes (Cerro, Defensor, Liverpool, Racing y River) y solamente contó con la conformidad de Ricardo Alarcón, el presidente de Nacional, con quien presenció el partido del domingo en el Centenario. Obviamente, también Peñarol aceptaba.

Había otra propuesta a realizar que Rivero no pensó y que estaba más de acuerdo con la búsqueda de soluciones: ante los problemas de todo tipo que está creando el reclamo de Peñarol, se le podía solicitar a la institución carbonera un gesto de buena voluntad: que retirara tal solicitud y permitiera que los seis clubes clasificados jugaran con tranquilidad la Liguilla.

El viernes terminó una etapa. El Tribunal de Apelaciones, al que se dirigió Peñarol, se declaró incompetente, no sin avanzar antes en distintas gestiones y filtrar la votación del 3 a 3 que existía internamente. La lógica le pasó por arriba. Al interponer escritos en controversia los clubes liguilleros -con Racing a la cabeza-, el tribunal correspondiente pasó a ser el de Contiendas. Este tribunal, compuesto por siete miembros, tiene a mano cinco titulares y cuatro suplentes. Está en la etapa de preparación de su actuación.

Los “efectos suspensivos”
Ya lo saben todos. Una delegación completa de Cerro concurrió anoche a la sede de la AUF para entrevistarse con la Mesa Ejecutiva de Primera División. Al salir, el presidente Miguel Sejas dijo: “Hicimos un planteo formal con fuerza, ya que es categórico que el recurso de Peñarol no tiene efectos suspensivos, por lo cual, ni bien se defina quién es el campeón uruguayo, debe realizarse el sorteo y empezar la Liguilla”. Según el integrante de la Mesa, el tricolor Raúl Giuria, “Palma [el presidente de Liverpool] llamó para manifestarnos que está en un todo de acuerdo con la opinión de Cerro, y yo considero que debe hacerse el sorteo”. Los otros clubes liguilleros sintonizan la misma onda.

La Liguilla debería terminar aunque no den los tiempos, ya que el 31 de este mes vencen los contratos. Además, porque la Copa Sudamericana -a la que clasificarán dos instituciones- comienza para los clubes uruguayos el 12 de agosto.

Mientras, el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, mantiene su amenaza, expresada públicamente semanas atrás, de “armar un lío bárbaro” en caso de no entrar en la Liguilla.
Martín Juri Ehz

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