jueves, 12 de noviembre de 2009

El norteamericano es Johnny, ¿no?


Con gran partido del tacuaremboense Tabaré le ganó a Ferro 84 a 79


Está con el caballete quebrado y no hay ni para máscara ni tiempo para la operación, anda con tendinitis, tuvo un esguince y para muchos no es más que uno de los tantos Rodríguez que aparecen en las nuevas guías telefónicas de Antel. No da con el perfil de héroe de serie norteamericana de los 80, como su renombrado compañero Mac Kiver, y a lo sumo lo consideran como un actor de reparto en el quinteto que participa. Pero lo cierto es que el guerrero y polifuncional basquetbolista fue el héroe de la jornada -como ya lo ha sido tantas veces en el Parque Batlle- y con sus conversiones y su entrega decidió el juego para los grises del Parque Batlle.

En tiempos de tantas medidas exageradas en torno al espectáculo, reflejando al estilo Boliwood lo que seguramente son reflejos de la NBA, tal vez empiece a ser tiempo de que en Tabaré cuelguen la camiseta número 1 para cuando el Johnny la deje de usar.

Los 30 minutos -era un pico de tres cuartos tras la suspensión por lluvia y humedad del pasado viernes- fueron interesantes, tuvieron variantes y distintos escenarios en cuanto al tecnicismo de juego, pero siempre durante los tres cuartos, con distintas figuras, con distintas estrategias y hasta con distintas coyunturas la figura determinante fue el alero de los grises que en este Tabaré tan distinto al distinguido de la temporada pasada es quien mantiene los estándares de calidad y rendimiento -ni hablemos de esfuerzo y garra- que tenía aquel sorprendente equipo de Camiña.

Fue parejo el segundo cuarto con destaques del lungo norteamericano que juega para los salteños Tyler Hughes que prevaleció bajo las tablas, y buenos minutos de Matías De Gouveia el base sub 23, que jugó suelto como sabe hacerlo. Curtis Marshall, el goleador estadounidense de Ferro, casi ni jugó en esa mitad del primer tiempo dado que rápidamente sumó la tercera falta a las 2 que tenía ya del viernes pasado. El segundo tiempo se hizo desparejo y con muchos errores. Mac Kiver no tenía ningún inventón con qué salir de la situación embarazosa de una mala noche, Quentin Smith jugaba casi con la bolsa de hielo en sus aductores, y entonces se acomodó Diego Olivera para ser el cómplice de Johnny. Aun así el cierre del tercer cuarto marcaba que la visita ganaba 60-59. Ya saben ustedes quién apareció en los últimos diez minutos sacando la lengua afuera después de cada triple y Tabaré terminó la primera rueda último pero acompañado dado que con el triunfo de ayer le dio alcance a su vecino Bohemios.

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