Un solitario gol de Borges le dio el triunfo a los tricolores norteños sobre Defensor Sporting Los violetas sufrieron su primera derrota en el grupo 3 de la Libertadores y deberán seguir remando para intentar conseguir la clasificación a la próxima fase. Por ahora están segundos junto al DIM, aunque los nuestros tienen jugado un partido menos. Ésta es la consecuencia directa en puntos tras el encuentro jugado anoche en el Centenario, en el que el San Pablo se impuso con categoría -quizá sin lucir- pero mostrando la hilacha, marcando por qué hace tres años que es el campeón de su país.
Defensor perdió bien, pudo empatar pero fue doblegado por una fuerza superior. Pese a esto en los primeros 15 minutos de partido el campeón uruguayo salió muy decidido y jugó bien, teniendo algunas chances claras de ponerse arriba en el marcador. En ese período estuvieron muy activos el delantero Rodrigo Mora, muy metido en el partido, y el argentino Marchant, que en el amanecer del match tuvo una chance clara.
El Sapo realizó una buena maniobra individual que conjuró el veterano Rogério Ceni, que tiene una cara de póquer tremenda, pero además ataja muy bien. Algunas pelotas quietas también casi provocan el estallido en el Centenario, pero de a poco el dominio violeta se fue disipando.
El San Pablo se afirmó de a poco en la cancha, comenzó a manejar la pelota y, pese a atacar mucho menos que su rival, fue contundente y se puso en ventaja antes del final del primer tiempo con un gol del delantero Borges, que quedó solo en el área violeta y fusiló a Martín Silva.
Ahí se quebró el partido. Los tricolores paulistanos tranquilos con la ventaja se soltaron aún más y los de Punta Carretas entraron en el desconcierto.
Durante buena parte del segundo tiempo los brasileños dominaron con claridad. El fino volante Hermanes dirigía la batuta de un equipo sólido como una roca y el empate violeta parecía una quimera.
Pese a esa sensación aparente Defensor, a base de fuerza, se fue arrimando y sobre el final tuvo posibilidades de rescatar un punto.
Un remate del zaguero Curbelo que se desvió en Vera pasó lamiendo el palo, en la que fue la chance más cercana que tuvieron los violetas empatar. La liga jugó a favor de los brasileños en esa incidencia, ya en tiempo de descuento lo tuvo el Chino Navarro, pero su remate de zurda no fue preciso y la cortina del partido se bajó.
La derrota es nada más que eso. Una derrota, en cierta forma previsible, ante el rival más poderoso de la serie. Pero la llama defensorista sigue prendida en la Libertadores.
La relocalización en el Clausura local en la que deberán enfrentar sucesivamente a Peñarol y Nacional será el preámbulo del viaje violeta a Morumbí. Después vendrán los choques ante el América caleño como visita y ante el DIM acá, donde ahí sí, estará en juego el pasaje de fase.
GG
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