Nacional baja rivales duros: Racing cayó por goleada aunque dos goles fueron en los descuentos
El 4 a 1 con que Nacional logró su segundo triunfo en el Torneo Clausura no fue una papita. Ese tanteador no refleja con claridad lo que fue el partido del sábado, donde perdió el primer tiempo 1-0, luego empató y pasó a ganar en el primer cuarto del segundo período para, finalmente, ampliar ese 2-1 apretado y sacar la gran ventaja mentirosa de tres goles con dos conversiones del ayer suplente Alexander Medina en tiempo adicional. La capacidad futbolística de Racing hizo más meritoria la victoria.
El sábado quedó comprobado: el que atrae lluvias y tormentas es Racing: de los cuatro partidos que disputó, sólo jugó en condiciones normales ante Central, partido que ganó. Con River y Peñarol (éste en dos días) y ahora con Nacional atrajo el temporal o al menos la lluvia abundante -en este caso con grandes descargas eléctricas- con lo que se probó, una vez más, que la reglamentación que prohíbe jugar con relámpagos es la ley más flexible del fútbol.
Nacional tenía todo su poderío en la cancha aunque, claro, puede ser discutible si Mondaini e incluso el Morro son mejor opción que la de Medina o Sergio Blanco, pero ese es un tema de matices y de valoración de individualidades y siempre será el DT quien decida, no quien tenga la razón que, por otra parte, ¿quién la puede dar, quién es el adjudicador de razones? En este caso, es el clásico problema de elección que crea la abundancia de buenos jugadores dentro de un plantel.
Tal vez ese tipo de problemas explique el rostro y la actitud distendida que tenía ayer Gerardo Pelusso antes de que su equipo entrara a la cancha, en zona de vestuarios.
Racing tenía dos faltantes importantes. Sebastián Díaz, lesionado, es casi insustituible en la zaga y faltaba Falucho Silva, una alternativa siempre útil.
Empezó mejor Racing en el cuarto de hora inicial. Levemente mejor. Después, en la última media hora, fue Nacional quien tuvo mayor protagonismo. Y, en este caso, no fue con levedad sino clara y evidentemente.
En el recuento de jugadas de gol cabe mencionar un desvío de pelota de Aguilar que dio contra el horizontal de su propio arco, producto de una embestida del Morro García a fondo por derecha y tres atajadas fuera de serie del Loco Contreras ante un gran tiro de afuera del Hueso Romero, otro de Victorino ante pase de Domínguez y, esencialmente, un cabezazo de Santiago García ya después del gol, por el cual los tricolores quedaron en desventaja. Golazo nacido, como no podía ser de otra manera, tal como estaba planteado el partido, de un contragolpe muy fuerte y definido de manera espectacular.
Si hasta ese momento llovía parejo y con relámpagos, de ahí en más se desató un temporal.
Nacional se fue a los vestuarios perdiendo 1-0. Otra historia estaba esbozada y se concretó rápidamente cuando García, Lodeiro y el agraciado Álvaro Fernández le devolvieron a Racing la gran jugada del gol y marcaron el empate. Sólo cinco minutos después Racing cometió un error del que se había cuidado con éxito en los 60' iniciales: no cometer faltas cerca de su área. Llegado el pecado vino el castigo y corrió por cuenta de otro gol que se hace costumbre, como los de cancha del volante Fernández, el de tiro libre del argentino Federico Domínguez. Una zurda exacta y la pelota cayó en el ángulo de abajo luego de pasar la barrera.
De ahí en más, el partido osciló: estaba controlado por Nacional pero no asegurado en su resultado. El 2-1 mantuvo la incógnita hasta que se jugaron los 3' de tiempo adicional y allí aparecieron los dos goles de Alexander Medina.
Cabe una mención para la entrada al ruedo de Matute Morales para jugar 10'. Las pocas jugadas que pudo realizar fueron una delicia. ¡Ponelo un poco más Gerardo!
Para Nacional fue un triunfo valioso y una puesta a punto muy útil previa al partido copero ante River argentino.
De Racing tuvimos una confirmación más sobre su calidad de animador de primer nivel del torneo.
Jorge Burgell
lunes, 16 de marzo de 2009
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