Bastantes cosas se definían ayer en Quito, porque del resultado entre la selección del nacionalista Sixto Vizuete, que ayer volvió a salir a la cancha agitando la bandera ecuatoriana, y la de Marcelo Bielsa, que había recompuesto el paso y estaba -y está- dirigiendo una de las selecciones que si hoy terminara la Clasificatoria irían a la fase final del Mundial, dependía la colocación en la que terminaría la primera rueda la selección oriental. Lo mejor para nosotros era un empate, pero hay que convenir que es una cosa muy jodida hinchar por un empate. Uno queda desacomodado como espectador y quiere, pero a la vez no quiere, goles y buenas jugadas.
Fue un partido de mucha dinámica, con mucha potencia de los ecuatorianos, que se hacen fuertes en Quito, y una interesante defensa de los chilenos, que desde los 18 minutos de juego quedaron con uno menos por la expulsión por roja directa del zaguero Ismael Fuentes, que cortó con una fuerte infracción en tres cuartos de cancha a Valencia. Con una muy buena participación del arquero chileno, Claudio Bravo, la roja fue aguantando el marcador hasta que cuando faltaban 20 minutos para el final Cristian Benítez, uno de los cuadrados delanteros ecuatorianos, concretó de cabeza un centro que vio pasar el arquero chileno. Después hubo unos minutos en que quedaron 10 contra 10 por la roja que le mostraron al ecuatoriano Valencia, pero fueron sólo siete minutos dado que a los 83 se fue con roja Gonzalo Jara. Casi no hubo situaciones de empate para los de Bielsa, y el triunfo fue de los ecuatorianos.
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