miércoles, 22 de abril de 2009

El equipo más copero consiguió el objetivo

Nacional conquistó el punto que precisaba para pasar la primera tranquera Al comenzar el partido y durante 10 minutos Nacional se fue en avalancha sobre el arco peruano.

Ya a los 2' la memoria se fue dos meses y diez días hacia atrás cuando cerca de la entrada del área Carrillo fauleó a Matías Rodríguez y Federico Domínguez se aprontó para ejecutar el tiro libre. El bombazo del argentino en la noche del debut copero en el Parque Central y aquel golazo chocaron con la pelota real que se fue por arriba del horizontal.

De los 10' en adelante la evocación también recordó la paridad que le impuso el correcto Universidad San Martín a Nacional en aquel partido, con el golazo del empate de Arzuaga y aquel gol de angustia, de cabecita bien puesta por Lodeiro a los 90', en un córner para el 2-1 ganador y el festejo en La Blanqueada.

Y la misma paridad de aquel partido empezó a darse luego de los 10 minutos en cancha limeña. El equipo universitario bloqueó el entusiasmo inicial del tricolor, peleó con fuerza en la media cancha y llegó a posiciones de ataque. Hubo tiros que amagaron querer convertirse en gol, como el que mandó cruzado Gonzalo Ludueña aprovechando un rechazo no ortodoxo de Rodrigo Muñoz, quien dejó el arco libre y servido, rematando, a los 21', apenas afuera.


Ya Lodeiro empezó a alternar iniciativas de juego con errores de distancia, el Flaco Fernández ya no se mandaba vertical y peligrosamente como al comienzo y las subidas de Federico Domínguez disminuyeron.
Hasta alguno pudo extrañar a Alexander Medina, quien quedó afuera por un dolorcito muscular que no convino transformar en rotura mayor. Más aun, fluía el recuerdo porque el Morro pudo participar muy poco, a lo sumo una pelea contra el golero en el área grande a los 34' que culminó con un tiro del costado que interceptó un defensa. Nacional sufrió los dos minutos de descuento al recibir dos jugadas de mucho peligro, en la primera solucionada por Muñoz trabando en el límite del área y atajando, un minuto después, un tiro distante de Carrillo que se acercó sin marca.

Al final el tricolor se fue a descansar a los vestuarios con el empate que buscaba. Mejor dicho, con el punto que le alcanzaba para clasificar a segunda ronda. Y aunque en esos minutos no lo recordaran, todos sabían que estaban batiendo el récord de Peñarol y se estaban situando, con ese partido, en el primer lugar entre todos los equipos de América en cuanto a partidos jugados en la cincuentenaria Copa Libertadores.

En los primeros minutos de la segunda parte Nacional se mostró más quebrado que en el primer capítulo, y lo peor para los que ayer vistieron la camisa roja con la que los veteranos héroes uruguayos supieron conquistar Lima en 1935 fue que esperaron muy atrás, demasiado cerca del doloroso tratamiento de colgarse del travesaño.

Antes de llegar a la hora de juego los de Pelusso ya se habían desembarazado de la molesta presencia de los peruanos en tres cuartos de su campo, y empezaron a desahogarse con bolas cruzadas sobre los flancos que no siempre terminaron exitosamente pero que por lo menos dieron aire a los que cumplían la faceta defensiva. Una fallida pared entre Lodeiro y el Morro pudo haber terminado en una llegada peligrosa, lo mismo que un remate ajustado de Mondaini que Butrón atajó contra el palo.

Los tricolores, que ya habían acomodado la media cancha con el ingreso del juvenil Pereyra por Álvaro Fernández, recompusieron la estructura de ataque con la aparición de Matute Morales como media punta en sustitución de Morro García. Para los tricolores estaba bárbaro el empate pero era mucho mejor la victoria, por eso a la salida de un córner muy mal defendido Mauricio Pereyra volvió a poner la bocha en el área y un toquecito de Victorino, que a veces tiene mucho de su tío el goleador, dejó a Mondaini casi solo para amartillar su zurda y anotar.

Parecía que lo tenían abrochado, pero los universitarios siguieron cargando y cargando. No eran una tromba pero se venían y finalmente, con un tiro abrasilerado argentino Ludueña, llegó el empate de los peruanos, que los deja con posibilidades al tiempo que clasifica a Nacional para la tercera fase. Sin destaque pero también sin pasar necesidades, los de Pelusso clasificaron a falta de una fecha, mantienen su invicto y ahora, cuando jueguen ante Nacional de Paraguay, procurarán quedarse con el primer lugar y con un buen puntaje, lo que puede ser muy importante para las próximas fases.

Martín Ehz

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