Por un Coco

Un tiempo para cada uno, un punto para cada uno River ganaba 2 a 0 a los dieciocho minutos de partido, pero no supo cerrarlo a su favor y terminó sufriendo un empate en una de las últimas jugadas. Carrasco a los 35´ del primer tiempo ya había sacado al autor de uno de los goles. La mañana estaba linda, mucha gente se arrimó hasta el Prado y el partido prometía. Empezó con mucho ida y vuelta, los dos buscaban el arco rival y en una jugada que derivó por derecha, Meloño mandó un centro al área y Silva cayó. Falce vio penal. Mmm… Diego Silva ejecutó la pena máxima y convirtió el primero del partido para la dársena. Dos minutos después Meloño encontró la redonda boyando en el área y con un puntín pateó al arco, el Coco Conde no pudo contener el disparo y River ya ganaba dos a cero. En el partido de los merecimientos no se reflejaba esta ventaja. A partir de ahí los locales continuaron atacando y asediando el área danubiana. Los dirigidos por Lasarte se vieron sorprendidos por ese doble cachetazo que recibieron y les costó reaccionar. Juan Ramón Carrasco veinte minutos después que Meloño había anotado el segundo lo sacó, puso a Federico Puppo. El ex Miramar Misiones, que había sido partícipe de los dos goles, tuvo un par de discusiones consecutivas con los rivales; una terminó a los empujones con Conde y recibió la amarilla. JR fiel a su estilo -y en este caso tomando la precaución de no quedarse con un hombre menos- lo sacó. El final del primer tiempo ya se inclinó hacia el arco que defendía Luciano Dos Santos, pero terminó con el mismo resultado. Conde descontó de penal y un minuto más tarde River se quedó con diez por la doble amarilla de Rizzoto; Danubio se volcó con decisión a empatarlo y los darseneros, ahora disminuidos no sólo numéricamente, perdieron el juego que habían tenido en el arranque. Dos expulsiones más, la de Ifrán y Henry Giménez ambas por rojas directas, le empezaron a dar más ingredientes al partido que ya desde el arranque había estado caliente. Pintaba para que los tres puntos se quedaran en el Prado, pero Malrrechaufe conectó un gran cabezazo sobre la hora y empató el partido en forma agónica. La franja, que fue superior en el segundo tiempo a diferencia del arranque, ganó sólo un punto pero se quedó con la sensación de sacar un buen resultado luego de ver el comienzo del juego.

Kike Martínez